A la enseñanza se le considera una actividad que tiene lugar en el aula, el centro y el conjunto del sistema escolar, en estos se reflejan los valores, creencias y formas prototípicas del sistema social, esto es esencial para que el trabajo sea óptimo. Pero no hay que olvidar las determinadas conductas profesionales de los docentes como: mantener el orden en las clases, explicar verbalmente contenidos, calificar a los alumnos, utilizar el libro como recurso didáctico, a todo esto se le conoce como socialización profesional.



Sin embargo todo esto nos con lleva, a que la función de los docentes es enseñar de una manera distinta a la tradicional, en la que solo se emplean los libros como algo fundamental para la enseñanza. Es aquí la importancia de que el maestro se capacite y utilice nuevas técnicas de enseñanza, ya que en la actualidad los alumnos no llegan sin ningún conocimiento como lo era antes. Por ello se pretende que se trabaje por medio de competencias, donde el estudiante sea capaz de analizar, reflexionar y desarrollar habilidades para resolver problemas.



La manera tradicional de enseñar



La manera tradicional de enseñar está basada principalmente en la utilización de los libros como medios fundamentales para la enseñanza, en donde el docente solo explicaba los contenidos de dichos libros, haciendo así que los alumnos solo capten y memoricen.



Ahora debemos de tener en cuenta que para obtener un buen aprendizaje es muy importante los métodos de enseñanza que el maestro utilice con sus alumnos, estos deben ser de acuerdo a las necesidades de cada uno de ellos y no solo basarse en el ligero contenido que poseen los libros, por ello se requiere de actualización constante por parte del docente.



La alternativa tecnológica del modelo tradicional



De acuerdo al carácter científico-tecnológico el modelo tradicionalista de la enseñanza tiene una falta de rigor, es decir, que con dicha enseñanza el alumno no es capaz de desarrollar habilidades de aprendizaje. Por tal motivo el docente debe de adoptar nuevos métodos y técnicas de enseñanza, conforme a los medios tecnológicos que existen en la actualidad.



Es importante mencionar que el docente deberá aplicar nuevas actividades, poniendo atención en los objetivos y teniendo como finalidad que los alumnos aprendan, así mismo programar o planear dichas actividades para después aplicarlas en el momento adecuado, y así podamos evaluar a nuestros alumnos según el grado de aprendizaje alcanzado.



La alternativa espontaneísta al modelo tradicional



El carácter ideologico-politico menciona que los docentes basan sus actividades en respetar la autonomía y libertad de los alumnos en su proceso de enseñanza, favoreciendo así sus hábitos, destrezas, procedimientos y valores. Podemos rescatar de esto que la enseñanza que el maestro transmite a los alumnos está basada de acuerdo a sus intereses, además de estar dispuesto a escuchar propuestas de trabajo por parte de los chicos.



Hay que mencionar que si el docente lleva a cabo esta postura, es visto como un líder efectivo y social, teniéndolo como un ejemplo a seguir. Ya que si deja que los alumnos aprendan por si solos, estos tendrán un conocimiento mas abstracto basado en la realidad.



La investigación escolar: un intento de síntesis



Son respuestas a dos de las críticas de la enseñanza tradicional, la primera critica racionalista que es el modelo tecnológico al de su escasa rigurosidad, en donde nos comenta que el docente toma el papel de técnico –ejecutor de planes y currículos diseñados por agentes externos a la escuela y que desconoce la singularidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo tanto esto nos conlleva a decir que el profesor al revisar o trabajar por primera vez con los planes no tiene conocimiento sobre los métodos de enseñanza que debe aplicar para tener un aprendizaje en los alumnos.



La siguiente crítica es la ideológica, basada en el modelo espontaneísta basada en el autoritarismo y directivísmo, asumiendo un planteamiento de la enseñanza y el aprendizaje antidogmático, idealizado e ingenua para los docentes en donde el alumno tiende aser autónomo en su aprendizaje.



Esto debe ser favorable para una cierta racionalidad de la práctica educativa, convirtiéndola en una práctica fundamentada y rigurosa, e incorporando procedentes de diversos campos del saber.se trata de dar solución a un problema de mucho y tiempo el cual es de teoría-practica.



El profesor como investigador en el aula



El maestro es la persona encargada de hacer bosquejos de temas de interés de los alumnos para que este se interese en la clase, además tiene la obligación de planear para que sus actividades le salgan bien a la hora de impartir alguna de las clases, con ello podemos mencionar que tiene un papel fundamental para que la teoría y la práctica educativa se lleve a cabo, obteniendo así un carácter regulador en las técnicas o actividades realizadas en el aula.



El diario del profesor como guía para la investigación.



El docente cree que la realidad escolar, son modelos didácticos que lo constituyen un conjunto de creencias de diversa naturalidad, manifestándose así en diversas actividades profesionales como la elaboración de programas de estudio, unidades didácticas, guías de trabajo, todas ellas para programas para la práctica educativa



Es por ello que el autor menciona se requiere de un diario, ya que su utilización periódica permite reflejar el punto de vista del autor sobre los procesos más significativos de la dinámica en la que está inmerso. Es una guía para la reflexión sobre la práctica, favoreciendo la toma de conciencia del profesor sobre su proceso de evolución y sobre sus modelos de referencia.

INTEGRANTES DEL EQUIPO:

VICTORIA JIMÉNEZ LEÓNIDES

IVÁN LUVIANO VIGUERAS

MA.DE LOS ÁNGELES MARTÍNEZ GUZMÁN



ARCELIA, GRO. FEBRERO DEL 2010