2° capitulo DIARIO

DESCARGUE AQUI
DANIEL BARRERA
EDWIN RAMCES











El tecnológico, al de su escasa rigurosidad, ofreciendo una racionalidad supuestamente neutral que tiene a uniformizar la realidad escolar, de por sí compleja y diversa; reduciendo el papel del profesor al de un técnico-ejecutor de planes y currículos diseñados por agentes externos a la escuela, desconocedores, en la mayoría de los casos, de la singularidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
 
El espontaneísta, al de su autoritarismo y directivismo, asumiendo un planteamiento de la enseñanza y el aprendizaje antidogmatico y, al mismo tiempo, idealizado e ingenuo en algunos de sus principios básicos por ejemplo, dándole escasa importancia a los aspectos:
 
  • Técnicos
  • Conceptuales
  • Teóricos de la enseñanza.


       
      Un enfoque realmente superador de la enseñanza tradicional debe responder a la vez a las dos cuestiones planteadas favoreciendo una cierta racionalidad de la práctica educativa, convirtiéndola en una práctica fundamental y rigurosa, e incorporando aportaciones procedentes de diversos campos del saber y que debe favorecer, a la vez, que esto se haga teniendo en cuenta las perspectivas e intereses de los protagonistas, sus particulares concepciones y creencias, y los contextos y situaciones específicos en que dicha práctica tiene lugar.
       
      En definitiva se trata de abordar el viejo problema de la relación teórica-practica. Unos apuestan por la supremacía de la primera sobre la segunda (modelo tecnológico), derivando prescripciones metodológicas muchas veces inapropiadas y descontextualizadas, otros lo entienden contrario: sobrevaloran la práctica y desprecian la teoría (modelo espontaneísta).

       
       
       
       
      Habermas, citando a schelling: “El horror a la especulación, el ostensible abandono de lo teórico por lo meramente practico produce necesariamente en el obrar la misma banalidad que en el saber”

      Toda práctica obedece a una teoría y la relación entre ambas no se plantea en términos jerárquicos, sino dialecticos.

      Claxton (1984), el mapa no hace el territorio, pero ayuda a caminar por él, a no perderse, a situarse en el punto elegido, a trazar el itinerario deseado, lo cual ese recorrido por el territorio nos hace comprender de manera más significativa los símbolos topográficos, cobran un sentido pleno las diferentes señales que aparecen en el mapa, y éste se va completando y haciendo progresivamente más complejo.













      El profesor es el mediador fundamental entre la teoría y la práctica educativa. Las características de su trabajo profesional le confieren un papel regulador y transformador de toda iniciativa externa que pretenda incidir en la dinámica de las aulas.

      En al plano cognitivo, el profesor interpreta y valora las informaciones exteriores que recibe, sean éstas modelos educativos o instrucciones curriculares, desde sus propios esquemas de conocimiento.

      El enseñante se conduce en la clase como un práctico que toma innumerables decisiones sobre su comportamiento concreto.

      El resultado de la influencia de diversas variables que interactúan con el contexto especifico; todo ello en un proceso que se escapa en parte, de du control consciente.

      El papel que de hecho desarrolla el profesor en la clase, se contrapone, según esto, a la de un sujeto pasivo que aplica mecánicamente el currículo establecido, Gimeno (1988): un agente activo en el desarrollo curricular, un modelador de los contenidos que se imparten y de los códigos que estructuras esos contenidos, condicionando con ello toda la gama de aprendizajes de los alumnos.

      El profesor es el que diagnostica los problemas, formula hipótesis, experimenta y evalúa dichas hipótesis, elige sus materiales, diseña las actividades, relaciona conocimientos diversos, etc. Es, en definitiva, un investigador en el aula.









      El profesor concibe la realidad escolar desde su particular modelo didáctico, constituido por un conjunto de creencias de diferente naturaleza: concepciones epistemológicas e ideológicas, concepciones sobre el aprendizaje y las relaciones sociales, concepciones sobre los contenidos, etc. Dicho modelo es trasfondo que guía, y a la vez condiciona, toda su práctica educativa.

      El programa es un intento de representar la realidad que se pretende. Un intento de dotar de sentido, de su sentido particular, a la práctica.

      Las intenciones, los deseos, los puntos de vista y las creencias que destila, interactúan “a posteriori” con las intenciones, deseos y puntos de vista de los alumnos, todo ello en un contexto complejo, diversos cambiantes y problemático.

      La investigación de problemas implica la experimentación de sus efectos, produciendode con ello un desarrollo progresivo del conocimiento profesional.

      Un recurso metodológico nucleador de todo este proceso es el diario. Su utilización periódica permite reflejar el punto de vista del autor sobre los procesos más significativos de la dinámica, en la que está inmerso.

      Es una guía para la reflexión sobre la práctica, favoreciendo la toma de conciencia del profesor sobre su proceso de evolución y sobre sus modelos de referencia. Favoreciendo el establecimiento de conexiones significativas entre conocimiento práctico y conocimiento disciplinar, lo que permite una toma de decisiones más aumentada.

      Se pueden realizar focalizaciones sucesivas en la problemática que se aborda, sin perder las referencias al contexto.

      Propicia también el desarrollo de los niveles descriptivos, analítico-explicativos y valorativos del proceso de investigación y reflexión del profesor.


      HECHO POR:
      CYNTHIA EDITH CONTRERAS CASTRO.
      ELIZABETH VELEDIAZ TERAN.

      0 comentarios:

      Publicar un comentario

      Acerca de nosotros

      Mi foto
      nosotros somos el grupo 203, y nos da gusto tener un nuevo espacio donde podamos compartir ideas y mostrar lo aprendido en clase

      Seguidores

      Blog Archive